El pequeño monstruo ha salido de su celda. Está listo para saltar al mundo.
Un rumor vegetal anuncia su llegada. Ha sido creado con fines específicos y sabe que su tarea es ardua. Se prepara para instaurarse como modelo estándar del consumo masivo, es la “medida justa”, el “equilibrio perfecto”, un componente imaginario de niño ideal con la docilidad necesaria para ser trasformado conforme a los estigmas de una época. Toda su monstruosidad reside en la intención de aquellos que depositaron en el sus expectativas de “Ser absoluto”, para fomentar una idea de unificación social que nos momifique indefectiblemente. De oscuridad reinante nos cautiva con su traje perfumado en composé y sus ojos cándidos de criatura ingenua. Envuelve de a poco nuestra capacidad de reflexión y de un modo exquisito anula el filo de todos los parpados medio dormidos. Es capaz de encantarnos con cualquier absurda promesa de felicidad, de espejos límpidos en los que ojeamos el maravilloso universo de refilón.
Pronto acumulará seguidores, impartirá normas, conformará un mecanismo de individuos idénticos a el y tendrá la legitimación que precisa. ¿Es entonces realmente culpable de ser lo que es? ¿Nos asusta la diferencia que existe entre el y nosotros o solamente no ser parte de su ejercito de amigos?
Quizás sea el producto de la necesidad de un patrón de conducta para asegurar la continuidad del orden, para encausarnos en un camino frecuente sin alteraciones posibles, que compruebe una vez mas la debilidad del ser humano protegiéndose en los escondites de una multitud que aplasta su individualidad.




grupo MANDA/MIENTO arte

Maximiliano Etcheverry

Sobre mi llevo una pesada mascara, no comprendo, ni entiendo porque la llevo, si, me la dieron o solo esta porque si, lo que si se, es que no me deja ser. La llevo y sin darme cuenta todos me conocen con la máscara, muy pocos sin ella y cada vez que me muestro despojado de ella, pocos son los que me conocen realmente, Que saben quien verdaderamente soy. Trofeo del consumo, regalo de las masas, obsequio de una sociedad en donde  me hacen creer que llevarla me protege, que me incluye, lo que no saben es que en realidad me cega y asfixia.


“Todos dicen que la vida es un escenario. Pero la mayoría de las personas no llegan, al parecer, a obsesionarse por esta idea, o al menos no tan pronto como yo. Al finalizar mi infancia estaba firmemente convencido que así era, y que debía interpretar mi papel en ese escenario sin revelar jamás mi auténtica manera de ser. Como esa convicción iba acompañada de una tremenda ingenuidad, de una total falta de experiencia, pese a que existía la constante sombra de duda en mi mente que me hacía sospechar que quizá no estuviera en lo cierto, lo indudable es que todos los hombres enfocaban la vida exactamente como si de una interpretación teatral se tratara. Creía con optimismo que tan pronto como la interpretación hubiera terminado bajaría el telón y el público jamás vería al actor sin maquillaje. Mi presunción es que moriría joven era otro factor que colaboraba a mantener esa creencia. Sin embargo, con el paso del tiempo, ese optimismo, o, mejor dicho, ese sueño en vigilia, concluiría en una cruel desilusión”.

                                                               Yukio Mishima “Confesiones de una máscara”. Capítulo III




MANDA/MIENTO 2010

“El nos invita, el no deja de hacer lo que queramos, teme tomar una decisión, comienza a mostrarnos lo que debemos ser. Desde el inicio se compromete a reclutarnos, nuestros padres son sus guías, como así también los padres de sus padres. Todo parece normal, aunque lo sepamos dentro de nosotros que no es así, nos convence, nos ciega. Primeros días, primeros años, su dedicación nos imprime la ignorancia y la hipocresía de quedarnos calmos, serenos; algo dentro se muere, quedando vacíos, huecos. Con un velo en los ojos seguimos sus normas nunca escritas, dictadas al oído, susurros de lo que no. Quizás mañana y quizás, lleguemos a concretar lo que su discurso nos dicto. Dura y peligrosa será la lucha por ser, no permanecer en su jaula, esa jaula que es una vida, mi vida.”



MAXIMILIANO ETCHEVERRY


Maximiliano Etcheverry- Sin titulo I-
Técnica mixta sobre papel- 100x80 cm-2010





Maximiliano Etcheverry- Sin titulo II-
Técnica mixta sobre papel- 100x80 cm-2010




 Maximiliano Etcheverry- Sin titulo III-
 Técnica mixta sobre papel- 100x80 cm-2010